sábado, 27 de junio de 2009

Oswaldo Guayasamín



Creo que la fuerza del movimiento y la firmeza de las líneas de tu dibujo son los elementos dominantes de tu pintura. Me gustan mucho las obras que has presentado en el Museo Guayasamín, aquí en Quito.
Pienso que tu trabajo con el color revela maestría en las técnicas , pero además revela un conocimiento sólido y un apreciable manejo de la temática. El resultado es una pintura enérgica, viva, estimulante de gran riqueza cromática. Noto que sobresale siempre la presencia, el olor de América, aunque las técnicas tengan mucha influencia de las escuelas europeas. Tu obra no contradice el aura mágica de los sueños que logras de manera admirable, madura y trascendente.
He observado que tus telas atraen hacia el eje central del cuadro, hacia un punto de gravitación y nos llevan, como debe ser, a ese mundo único y particular que el verdadero artista debe crear. Es posible algo más de drama, pienso, algo más de sufrimiento o de dolor humano, pero la pasión está ahí, y eso de por sí tiene mucha fuerza.
Puede ser que tus antecedentes de escultor te lleven a rehacer la superficie de la tela, trabajándola con el material pictórico como si se tratara de una escultura. Eso no es malo. Al contrario, le da a tu obra una densidad y una calidad corpórea que no es siempre fácil de conseguir.

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