domingo, 12 de julio de 2009

Washington Mosquera



En el corrillo de las artes visuales en relación al dibujo, generalmente se dice que si intervienen 2 tintas o más deja de ser dibujo y pasa a ser pintura.

Tamaña aseveración a acarreado especialmente a las juventudes a confundir estos 2 espacios nobles de las artes visuales.

En mi concepto, la pintura es mancha y forma pero controlada, profundamente meditada, elaborada.

Sentía que brotaban como por si solas las formas, las tintas parecían destilar de mis dedos, mis uñas como plumillas chatas rascaban las texturas emocionadas y vibrantes.

Me había metido en un expresionismo cálido, como desnudando "pasiones íntimas".

Después de tan brutal estallido, me encuentro en un nuevo itinerario, con la forma pausada y mi emoción latente; me dejo conducir complacido a una selva, de la que ya no veo la hoja, miro el bosque.

El arte, mi arte es un divertimento emocionante con el que juego como hijo único.

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